viernes, 24 de febrero de 2012

La belleza de Oracle (III)

Capitulo 3
 El amor de Oracle.
Dormalia era la encargada de elaborar la táctica de batalla y la que organizaría el frente para la batalla. Junto a ella trabajaba también Hépelo, general del ejercito. Ella no confiaba en él ni en su forma de organizar a su ejercito.
Una vez empezó la batalla Hépelo y Dormalia pasaban mucho tiempo juntos y esto hizo que Oracle sintiese cosas que nunca había sentido, ella quería estar siempre con él, que la cogiese y estrujase contra su pecho. Se sentía engañada por sus armas de seducción, aquellas que ella utilizaba para los hombres, ella nunca había estado enamorada, simplemente se movía por interés. El amor era recíproco pero Hépelo le decía continuamente que le mostrase su rostro pero ella se escabullía de esas proposiciones.

Una noche Dormalia estaba paseando por el jardín de palacio y  mirando a la luna maldiciendo su destino por haberla hecho tan desdichada. Antes podía tener cuantos hombres quisiese, pero ahora con la desgracia en su rostro no podía declararse a Hépelo. En su paseo nocturno vio una pareja de criados que estaban sentado en un banco junto al lago, eran pareja y estaban muy enamorados. Dormalia muerta de celos de ese amor fue hacia ellos y empezó a patearlos y a escupirles diciendo que ellos no son dignos de estar en el jardín y que se fueran a su casa. Se miró en el reflejo del lago y dijo:
-Por que? Por que me castigáis de esta manera, esos esclavos... acaso son mas dignos que yo? Por que ellos pueden amarse y yo carezco de esa posibilidad?... Si me oye algún dios, que sepa que soy capaz de entregarle cualquier cosa si es capaz de devolverme mi antigua rostro.
 Entonces en el reflejo, junto a ella apareció Hades, dios de la muerte y del inframundo. Ella se giró para verlo pero no estaba, únicamente estaba en el reflejo.
- ¿He oído bien? Quiere recuperar tu antiguo rostro, ¿no?
+ Si!, te daré lo que quieras.
- Bien, arroja sobre el lago la joya de tu collar y te concederé tu deseo.
+ Eso solo? Vale, toma.
- Ya puedes retirarte la máscara, ahora tienes tu antiguo rostro. Mis deseos tienen una pega, cuando te concedo eso que tu tanto quieres también aparece un inconveniente. Jaja, Adiós. Disfruta de tu rostro.
+ Muchas gracias!

La verdadera Oracle.
Oracle se quitó la máscara y se miró en el reflejo del lago, al ver su antigua rostro empezó a acariciarse la cara y sonrió.
Corriendo fue a dentro del castillo se cruzó con unas sirvientas que esta empujó para llegar a la habitación de Hépelo. Se colocó la máscara de nuevo y le dijo:
- Ya llega siendo la hora de que veas mi rostros.
Entonces se quitó la máscara y descubrió que era Oracle, los dos se besaron e hicieron el amor. Los dos estaban envueltos en las sábanas de seda con sus cuerpos desnudos.
Los primeros rayos de sol entraron por la ventana dándole en la cara a Oracle, esto hizo que se despertase, se levantó de la cama y fue a mirarse al espejo. Al verse dio un grito, ya que se había convertido en un monstruo verde, con escamas y con una piel babosa. El grito despertó a Hépelo y Oracle corrió a esconderse. Al dejar de darle la luz solar volvió a su estado.
Entonces empezó a echar todas las cortinas para que no entrase luz en el palacio.
Pasaron varias semanas en las que Oracle apenas veía a Hépelo, solo por las noches, por las mañana ponía escusas para evitar salir al sol.
Pero una mañana, las campanas de alerta sonaban como locas, estaban invadiendo el reino. Los soldados enemigos corrían a sus anchas por los pasillos de palacio y Helena junto con sus hijos fueron llevados a un lugar seguro, sin embargo, Oracle corría por el castillo buscando a Hépelo para decirle que se fuese con ella y Helena en un carruaje que saldría de palacio por el pasadizo y de ese modo poner a salvo sus vidas. Cuando llegó al patio de palacio, encontró a Hépelo tumbado en el suelo y un soldado enemigo que blandía una espada apuntándole. Entonces Oracle cogió una lanza que tenía la escultura de una diosa griega que estaba en el pasillo y se la lanzó al guarda, este murió en el acto.
Sin percatarse de que la luz del sol le estaba dando y por lo tanto se había convertido en un monstruo ella fue corriendo a socorrer a su amado. Cuando este abrió los ojos y vio a esa bestia, cogió su espada y se la hincó en el corazón. Oracle solo tuvo tiempo para decirle, Te quiero.
Una vez en el infierno se encuentra con Hades que se encuentra en una enorme sala oscura. Se acerca y cae al suelo llorando y diciendo:
¿Por que fuiste tan cruel conmigo, por que me convertiste en tal atrocidad?
+ Yo no te e convertido en nada, solo hice que se mostrara verdadero interior al la luz del sol.
- Mientes! Yo no soy así, en mi interior corre sangre y vísceras, no ese engendro de la naturaleza. Yo soy bella y no esa cosa!!!
+ Tu corazón esta destrozado por los gusanos, no has sido ni una pizca de bondadosa.
Entonces Hades extiende su mano y muestra un corazón agujereado y lleno de lombrices.
Ahhh! No, yo no soy mala, he llevado la gloria a mi pueblo!!
+ Tu pueblo? Has atormentado a muchas almas... las mataste,torturaste,golpeaste. Mira en los muros de esta sala, todas esas caras son almas que TU as atormentado.
De repente de los muros aparecieron caras emitiendo gemidos, gritos, quejas... y del suelo brazos que la agarraban.
- Noooo! Deteneos, soy vuestra reina... Arg!! Ahh!!!
Salio corriendo pero los brazos la atraparon y le desgarraron sus ropajes. En cuestión de segundos fue engullida por las masa de manos.


- Espero que os haya gustado mucho, ya que es es cosecha mía, comentad, plis! :)


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